La balística de efectos[1] estudia los fenómenos que
suceden desde que el proyectil impacta el blanco hasta que se detiene. A ella
le conciernen pues, la penetración y deformación del proyectil.
Esta parte de la
balística aplicada a las armas ligeras portátiles, desde el punto de vista
militar, tiene poca importancia, pues por convenios internacionales no está
permitido más que un solo tipo de proyectil, con una organización perfectamente
definida: núcleo de plomo y envuelto, cerrado, y continuo en la punta, de
hierro o latón. Con él no se pretende necesariamente matar, si no causar bajas
al enemigo.
En caza el problema es
otro. Se busca, por encima de todo, cobrar la pieza proporcionándole una muerte
rápida y digna. Por ello se utilizan proyectiles especiales deformables que,
por medio de una penetración y expansión controladas aseguran la transferencia
de gran parte de la energía que tiene el proyectil.
El efecto hidráulico
que se produce con el impacto de un proyectil en un medio parcial o totalmente
fluido también es objeto de estudio por esta parte de la balistica. Su
aplicación e importancia quedan patentes en la tendencia actual de los
ejércitos de casi todo el mundo, al adoptar, como reglamentarios, cartuchos de
muy pequeño calibre animados de altas velocidades, basando su eficacia en la
consecuencia de dicho efecto.
La penetración de un
proyectil y el mantenimiento de su trayectoria con un mínimo de desviaciones,
en determinados casos, tiene una gran importancia. En el ámbito policial y militar,
para alcanzar partes importantes del motor de un vehículo, utilizándolo.
Como contrapartida, se
desarrollan corazas y blindajes capaces de anular la capacidad de penetración
de estos proyectiles perforadores. La caza de los grandes paquidermos, también
exige proyectiles concebidos específicamente para horadar pieles duras y
grandes masas óseas alcanzando órganos vitales.
Para la carga de un búfalo o elefante se necesitan proyectiles perfectamente estudiados para brindar la seguridad imprescindible del cazador. Para la selección de estos proyectiles perforadores cuenta decisivamente el perfil, la velocidad de impacto, la calidad de los materiales con que están fabricados, así como su proceso de fabricación. Todo ello es objeto de estudio por parte de la balística terminal.
Para la carga de un búfalo o elefante se necesitan proyectiles perfectamente estudiados para brindar la seguridad imprescindible del cazador. Para la selección de estos proyectiles perforadores cuenta decisivamente el perfil, la velocidad de impacto, la calidad de los materiales con que están fabricados, así como su proceso de fabricación. Todo ello es objeto de estudio por parte de la balística terminal.
Los últimos avances que
se han conseguido en la invención a aplicación de nuevos materiales
antibalisticos se deben fundamentalmente a un estudio profundo de la balística
terminal. Son muestras palpables los chalecos antibalas de protección personal
que hoy ofrecen todas las firmas comerciales especializadas en seguridad y
prevención.
Por parte de los
fabricantes de munición deportiva, se viene haciendo un importante esfuerzo
para dotar a sus cartuchos de mejores y más eficaces proyectiles no sólo desde
el punto de vista de la balística de exterior, sino también para que, una vez
alcanzado el blanco, produzcan en él los efectos expansivos que la caza mayor
requiere.
Especial importancia se
viene dando a la forma de unir la envuelta de latón con el núcleo de plomo para
que en el impacto no se separen.
Tradicionalmente se
venía haciendo por simple presión de la prensa que forraba la punta del
proyectil, dejando al descubierto una pequeña porción de plomo en esa parte.
Los resultados que se obtenían eran erráticos y dependían de muchos factores.
Para uniformizar los resultados y asegurar una expansión satisfactoria se ha
desarrollado una técnica para ensamblar los componentes en caliente que
proporciona una unión consistente, por lo que la separación de camisa y núcleo
se produce en mucho menor porcentaje.
Otros fabricantes, con
el mismo fin, siguen otros caminos, como hacer unas entalladuras en la envuelta
que retenga parte del núcleo. Algunos colocan en el interior del proyectil dos
porciones de plomo de distinta dureza, y un sin fin de solución más o menos
acertadas, pero todas tendientes a mejorar la balística ter minal de su
munición.
La balística de efectos
tiene una especial importancia en las amas cortas de defensa con las que se
tiende no sólo impactar en el atacante, si no anular su capacidad ofensiva para
evitar la consumación de agresión.
La relativamente
reciente incorporación de proyectiles expansivos a la munición de arma corta es
buena prueba de ello.
Se ve pues que la
ignorada y desconocida balística terminal tiene la misma trascendencia que las otras
dos, y sobre ella se realizan experimentos con todo el rigor e intensidad que
en el resto de la ciencia balística, aunque en la actualidad se encuentre algo
rezagada.
Este artículo fue
divulgado por el Instituto Argentino de Seguridad Urbana. Indica que la
balística terminal es una disciplina escasamente estudiada (En español).
VELOCIDAD DE
IMPACTO
Es la velocidad en el momento del choque. Es por consiguiente, el
elemento más importante en la determinación de la capacidad de herir. Por otra
parte al analizar el impacto y los efectos, es necesario tener en cuenta,
también las características del tejido ya que la herida se incrementa en
proporción a la gravedad específica del
tejido
VELOCIDAD
RESIDUAL O REMANENTE
Es la que conserva el proyectil después de haber perforado el blanco.
Esto nos indica que sólo podría medirse por las consecuencias posteriores. Esta
velocidad depende de la dureza del blanco, de la calidad o gravedad específica
del tejido, del ángulo de impacto etc.
Estas circunstancias hacen que
disparos hechos sobre idénticos organismos produzcan distintos efectos y muchas
veces se ha observado que proyectiles de la misma calidad sean absorbidos y
otros atraviesen el blanco.
Existen otros términos y datos aplicados a fuerzas que tienen a
retardar el movimiento del proyectil hacia delante, tales como la densidad del
medio retardante, match o velocidad del sonido al acercarse a una velocidad
critíca, que en combinación con la velocidad del proyectil, la velocidad del
sonido, el diámetro del proyectil, dan origen a la llamada teoría de arrastre y
retardo que en últimas sólo es útil a los ingenieros de municiones.
Algunos expertos consideran que la mayor capacidad de herir de un
proyectil de rifle se da a cien yardas cuando ha desarrollado su más alta
velocidad.
Esto parece un contrasentido por
cuanto, si la capacidad de herir de un proyectil está en función directa con la
energía cinética y está influenciado directamente por la velocidad, no se ve cómo
puede haber mayor efecto a 100 yardas
que a menos, dado que la velocidad
inicial es siempre mayor que la velocidad a cualquier distancia. Esta teoría,
con todo, está basada en exámenes clínicos de los heridos.
Considero que en términos absolutos, esta teoría debe ser muy sierta,
máxime si proviene de los ingenieros de las fábricas de municiones, teniendo en
cuenta que el efecto de cavitación, propio de los proyectiles de rifle, puede
ser máximo a 100 yardas y mínimo en la boca de fuego. En términos relativos, el
efecto causado por un proyectil de alta velocidad, puede ser igual a 100
yardas o a una yarda. De todas, maneras
mata.
Según estas mismas observaciones, el efecto de la velocidad es más
evidente en los huesos y menos en los pulmones. En el hígado y en los músculos,
la herida es intermedia. Estas conclusiones han sido el resultado de los exámenes
realizados en cadáveres, por especialistas, quienes determinaron la gravedad
específica aproximada de las heridas causadas en la piel, el tejido graso, el hígado,
los músculos estriados, el pulmón y el hueso y pudieron apreciar que ésta son, en líneas generales, propocionales
a la densidad del tejido. Sin embargo, este cálculo es elástico debido a
múltiples factores desconocidos.
TEORIA
DE LA CAVITACION
Se considera como cavitación temporal el resultado de una enorme fuerza
expandida dentro del organismo durante
el recorrido de la bala, con una duración de 5 a 10 milésimas de segundo.
En la cavitación puede tener origen en enorme daño causado a una
distancia considerable de la lesión directa.
La cavitación se forma principalmente en función de la velocidad. A
mayor velocidad, mayor cavitación.
En los casos de velocidades reducidas, media o baja, la cavitación es mínima o nula. Es lo que sucede con las
municiones de armas de mano, especialmente las de defensa personal.
Dice De Math, que en experimentos realizados sobre un perro de 19 a 22
kilogramos de peso, con el fin de
obtener una comparación entre los efectos producidos por un proyectil macizo y
un proyectil de punta expansiva para caza, ambos 30 de 150 granos y 2900 pies de velocidad por
segundo, se logró establecer los siguiente
TIPO DE
PROYECTIL
|
ORIFICIO DE
ENTRADA
|
ORIFICIO DE SALIDA
|
VOLUMEN DE LA
HERIDA
|
Militar
|
7.5 mm
|
20 mm
|
25,3 cm3
|
Caza-expansivo
|
7.5 mm
|
125 mm
|
91,70 cm3
|
Este fenómeno podría describirse asi: Los tejidos son empujados por el
proyectil en su recorrido a una velocidad ligeramente inferior a la del
proyectil.
Esto explica el daño causado por parte de huesos o deinte, convertidos
en proyectiles secundarios.
Mientras mayor sea la capacidad de absorber energía, mayor daño sufre
el tejido.
Un proyectil de alta velocidad que hace impacto en la cara o en la base
del cráneo irradia fuerza en todas las direcciones debido a la poca resistencia
de estos huesos.
En cambio un proyectil de similares condiciones que haga impacto en la mandíbula
sólo afecta este hueso y naturalmente el tejido blanco ayacente, debido a su
densidad y a la suavidad de los tejidos
que lo rodea y a las uniones temporomandibulares.
Suponiendo que una bala FJ, pasa sin deformarse a través de los tejidos
a alta velocidad, sin cambiar de dirección ni perder su estabilidad, la herida
causada tomará la forma de un cilindro alargado. En cambio, si bajo las mismas condiciones
se utiliza una bala de efecto expansivo, la herida tomará la forma de un cono
con la cúspide hacia el orificio de entrada.
Estas observaciones hechas por DeMuth, nos conducen de una vez a
establecer una gran diferencia entre los efectos producidos por un proyectil de
efecto expansivo y uno de efecto no expansivo.
Pero todo lo dicho no podría entenderse sin mediar la siguiente
explicación que por simple, nos permite deducir de inmediato las causas de muchas
lesiones.
Premisa: El aire tiende a ocupar los espacios vacios
Premisa: Un proyectil al vuelo, deja en su recorrido un vacío.
Conclusión: El vacio es llenado por el aire
Cuando el proyectil penetra un cuerpo, el aire penetra detrás a la
misma velocidad. Pero como el aire tiende a llenar los espacios vacíos, cuando
el proyectil llega a una velocidad, v.gr, el pecho se expande y pone en
movimiento los líquidos y vísceras.
Cuando el proyectil abandona el cuerpo, lo hace dejando un orificio
igual a su calibre; com el aire tiende a escapar por el mismo orificio, es
lógico que no quepa, máxime si lleva envuelto los elementos que ha encontrado a
su paso.
Por esa causa se produce un
ensanchamiento del orificio de salida, inicialmente, y luego una verdadera
explosión, expulsado cuanto haya arrastrado en su recorrido.
El aire detrás de un proyectil de alta velocidad es, en últimas, una verdadera tromba que
desbarata cuanto encuentra a su paso dentro del organismo
Los efectos colaterales producidos por proyectiles de alta velocidad,
son realmente producidos por la cavitación.
En el
libro “RIFLES GUIDE” puede verse en las copias de las fotos electrónicas,
el huevo se rompe, no por el impacto sino por el efecto de cavitación. Obsérvese
que el proyectil alcanza a pasar antes de que el huevo se rompa.
Muchos confunden el efecto cavitación con el efecto expansivo y más a
un con una explosión.
TEORIA
DEL EFECTO EXPANSIVO
Se podria definir el efecto expansivo como el que se produce por causa
de la explosión del proyectil. Es por consiguiente, totalmente diferente al
efecto de cavitación.
DISTANCIA
Y DIRECCION
En cuanto a la dirección y distancia a la cual fue hecho el disparo, es
algo que es concreto y con certeza es imposible de establecer aunque existen
muchas técnicas orientadoras.
Muchos ejercicios y experiencias se realizan, sobre todo en la
instrucción especializada, pero sólo se ha logrado establecer, en la oscuridad
y en lugares muy silenciosos, la clase de arma, la ubicación del tirador, por
el fogonazo y en relación con éste, la distancia.
Examinado el orificio de entrada, el de salida y el tatuaje, podrá
apreciarse, entre otras cosas, la dirección, la distancia, la clase de arma,
ect., pero la certeza sólo se encontrará con la combinación del análisis de
muchas circunstancias
DISPAROS
SOBRES PERSONAS
El efecto general, es una lesión de mayor o
menor consideración y excepcionalmente una contusión.
La lesión deja muchas veces tatuajes, según la distancia a la cual se
hizo el disparo. Pero aunque no deje tatuaje, siempre dejará unas señales que
servirán a medicina legal para serias conclusiones y proporcionará al
investigador buenos indicios, siempre y cuando sepa apreciarlos.
EL
TATUAJE.
Según criterio de Garavito Baraya:
“Es la presencia de una zona
o aureola de quemaduras y residuos de deflagración de la carga del cartucho
alrededor o dentro del orificio de penetración del proyectil. La presencia de
quemaduras no es constante… En lo relacionado con la distancia a que deja
tatuaje un disparo, según las varias experiencias que hemos venido haciendo con
distintos revólveres y pistolas de calibres entre 5.58 (22) y 9 milímetros con distintas
clases de cartuchos de los que se usan actualmente y teniendo en cuenta la
longitud de los distintos cañones de esta clase de armas. Hasta el momento
hemos llegado a la conclusión de que la
máxima distancia a la que ha dejado tatuaje este tipo de armas, ha sido un
metro”
Tanto en relación con este, como con otros criterios, es preciso
aclarar, que en lo referente a la distancia a la cual se produce el tatuaje, no
tiene nada que ver el alcance del arma. Se tiene en cuenta, eso si, las
siguientes situaciones relativas a la distancia a la cual se efectuá el
disparo.
Como poseen energía cinética relativamente alta,
las partículas de pólvora y metálicas que constituyen el tatuaje llegan a
introducirse ligeramente en la piel de la zona inmediata al OE, por lo que no
pueden ser removidas, a diferencia del ahumamiento, por medio de un lavado
superficial. Como dijéramos, el tatuaje está entonces constituido por
partículas de pólvora y partículas metálicas, poseyendo estas últimas mayor
masa y por lo tanto mayor energía cinética que las primeras lo que les permite
alcanzar mayores distancias, por lo que el “Tatuaje” puede subclasificarse en:
a) Tatuaje de partículas
de pólvora y metálicas: Donde están
presentes los dos elementos y que para las armas de puño promedio suelen
alcanzar distancias del orden de los 50 cm. de la boca de fuego, variando ésta
con el calibre del arma, el largo del cañón, el tipo y cantidad de carga
balística (pólvora) que contenga el cartucho utilizado, etc.
b) Tatuaje de partículas
metálicas: Donde sólo se encuentran
restos metálicos desprendidos del mismo proyectil como consecuencia de la
abrasión sufrida por éste dentro del cañón y que, al poseer mayor masa que las
de pólvora les permite alcanzar mayor distancia, las que en armas de puño
normales pueden llegar hasta 100 cm (1 mt.).
c) Los restos de
fulminante: En la actualidad, el
adelanto de los medios tecnológicos permite efectuar la búsqueda y
reconocimiento de restos de fulminante, en especial Plomo y Bario, con equipos
de máxima precisión, tal como el Microscopio Electrónico de Barrido, el que
permite detectar restos de estos compuestos, que también acompañan al proyectil
en su trayectoria, hasta una distancia de aproximadamente 3 metros para las
armas de puño.
Debe consignarse que las partículas, humos y
gases que egresan de la boca de fuego del arma acompañando al proyectil, se
dispersan formando espacialmente una figura de tipo cónica, con el vértice
dirigido a la boca del cañón del arma y con la base en la superficie receptora
del disparo, por lo que a mayor distancia, será mayor el área abarcada por el
tatuaje y menor la densidad de sus partículas y a menor distancia, será menor
el área de tatuaje y mayor su densidad. Esta característica permitiría en
principio, efectuar estudios comparativos entre el “dibujo” que presenta la
zona de tatuaje en un caso determinado y los que se logran efectuando disparos
experimentales con el arma cuestionada, utilizando cartuchos de idénticas
características que el usado en el hecho. El estudio comparativo del “dibujo”
formado por estos tatuajes permitirá establecer la distancia a que fuera
disparada el arma con una aproximación de +/- 5 cm.
DISPARO
FIRME O ACONTACTO (boca de jarro)
Se presenta cuando el cañón del arma de fuego o más aún, la
trompetilla, se apoyó contra el cuerpo. Las características de esta lesión, especialmente
en cuanto se refiere al orificio de entrada son las siguientes características:
- Generalmente queda
marcada la trompetilla del arma
- Puede aparecer
el orificio de entrada de mayores dimensiones que el de salida. Esto se
debe a la explosión que producen los gases al abandonar la boca de fuego,
cuando el disparo se efectúa contra un hueso, v.gr, la cabeza.
- Si el disparo
es contra partes blandas, v.gr, el estómago, el orificio de entrada se
presenta limpio dando la apariencia de un disparo a larga distancia; pero
al inspeccionar la herida, se observa que los residuos han quedado entre
la piel y los músculos.
DISPARO
A MUY CIRTA DISTANCIA, (a quema ropa)
Es quizá el disparo que más nitidez deja en el tatuaje, se considera
este disparo a menos de diez centímetros y recibe su nombre del hecho de que
generalmente quema la ropa.
A
CORTA DISTANCIA
Es hecho a una
distancia entre los diez centímetros y un metro. La herida es generalmente
limpia. Se considera, por algunos tratadistas, como la máxima distancia a la cual deja tatuaje el disparo.
A
LARGA DISTANCIA
Se considera que
toda lesión en la cual no aparece tatuaje, ha sido causada por un disparo hecho
a larga distancia, la cual no siempre es considerable, sino simplemente mayor de un metro. Por esta
razón no debe confundirse nunca el simple disparo hecho a corta o larga
distancia con relación al alcance o a las características del arma o a su
efectividad, con la distancia a la cual se produce el tatuaje.
Según Snyder, el verdadero tatuaje se presente entre los 45 y los 60 centímetros
de distancia.
Uribe Cualla dice al respecto:
“las experiencias comprueban que con revolver o con pistola, las
quemaduras de los vestidos y de los pelos (a quemarropa) puede producirse hasta
distancias de 32 centímetros; el depósito de los productos de combustión (tatuaje), hasta 40
centímetros; la incrustación de granos de pólvora, hasta un metro y
excepcionalmente hasta un metro con cincuenta centímetros o dos metros”.
Sobre éstos conceptos es necesario tener en cuenta que los autores,
especialmente. Uribe Cualla, está hablando del tiempo en que la pólvora
utilizada no era piroxilada.
Para entender mejor los efectos exteriores de una lesión, obsérvese las
gráficas presentadas por Garavito Baraya, Simonin y Soderman- Chavigny, quienes
explican cada cual a su manera, los detalles de un tatuaje.
EL
REBOTE
Las balas tienen un poder de
penetración de acuerdo con sus características y las del objeto u obstáculo. Hay
materiales penetrables; hay materiales relativamente penetrables y hay
materiales impenetrables. Como consecuencia de la impenetrabilidad se presenta
el rebote, dentro de las siguientes condiciones.
Si el impacto es de frente, con ángulo de 90 grados, el resultado será
la producción de esquirlas de material de bala, con capacidad de producir lesiones
en veces, de consideración, sobre todo en los ojos. Esto podíamos llamarlo,
falso rebote, por cuanto, en realidad, el proyectil no rebota.
Si el impacto es con ángulo menor o mayor a 90 grados, si se produce
rebote, siendo de un alcance relativo según el ángulo de impacto, el cual, de
acuerdo a las leyes físicas, debería ser de la magnitud del rebote.
En el agua, la penetración es irregular y si se dispara con ángulo
menor de 15 grados, el proyectil rebota sin deformarse y muchas veces en
dirección diferente a la que debería seguir.